

Con la recogida neumática la basura llega hasta una planta subterránea, se liberan los espacios destinados a los contenedores de basuras en las calles y así las ciudades disponen de más plazas de aparcamiento. Ya no circulan camiones levantando contenedores y colapsando el tráfico en las calles estrechas. Allí donde hay recogida neumática de la basura las noches son más tranquilas.
Una especie de aspiradora subterránea se encarga de la absorción de los residuos y los traslada por unos tubos desde las proximidades de las viviendas hasta una planta situada a kilómetros de distancia. Se trata de un invento que se desarrolló hace más de 40 años en Suecia y que se está implantando en cada vez más urbanizaciones, cascos antiguos y barriadas de España.
Este sistema se puede habilitar en núcleos de población consolidados, aunque la opción más barata es instalarlo en nuevas construcciones. Se pueden acoplar bocas de vertido a la intemperie o bien incorporarlas en cada una de las plantas de los edificios.
Básicamente hay dos formas de recogida neumática de residuos: fija y móvil. Las dos funcionan de la misma manera, la única diferencia es el destino final de los deshechos. Los ciudadanos introducen las bolsas de basura en un buzón y pueden hacerlo a cualquier hora del día. Luego, una corriente de aire succiona esos desperdicios hasta un contenedor herméticamente cerrado, listo para su transporte al lugar de tratamiento, si el sistema es fijo, o ya circulan hasta el centro de tratamiento si el sistema es móvil. Existen buzones de vertido diferentes según el tipo de residuos: materia orgánica, envases ligeros, papel y cartón, y residuos comerciales.
Inicialmente los desperdicios se introducen en las compuertas de vertido o bocas de entrada. Unas bajantes conectan estos buzones con las válvulas situadas en los subterráneos de los edificios o en arquetas en la calle. Al abrirse la válvula, los residuos caen por gravedad/aspiración dentro de la corriente de aire de la tubería. Unos ventiladores en serie realizan la aspiración y proporcionan el aire comprimido necesario para accionar todos los elementos. Cuando llegan a su destino, las basuras son separadas del aire de transporte y compactadas. El aire de transporte se devuelve a la atmósfera después de haber sido filtrado para eliminar las partículas de polvo y olores.
Entre otras ventajas, los expertos en limpieza urbana aseguran que la mejora medioambiental con este sistema es general y que puede ayudar a que, en el futuro, las ciudades sean más limpias, ya que, de esta manera, el coste de tratamiento de las basuras es menor, se consigue la separación de residuos en origen -algo que facilita su posterior reciclaje-, aparte de la liberación de suelo útil en la calle y que, de este modo, se hace innecesario manipular la basura.
Lógicamente, instalar este sistema tiene un coste. Para viviendas unifamiliares, el precio puede llegar a ser de 1.800 euros. La clave para sacar mayor rentabilidad a este procedimiento está en un correcto aprovechamiento de la red necesaria para su funcionamiento. Si hay que canalizar muchos metros de tubos, con las correspondientes zanjas, en el caso de áreas urbanas ya construidas y para pocas viviendas, el sistema se encarece.
La recogida neumática de basuras es especialmente eficiente en grandes edificios, como aeropuertos y hospitales. Las instalaciones existentes en España se han construido a partir de los años 90. En todo caso, se trata de una apuesta con cada vez más implantación a la que, no obstante, se le reconocen elevados costes energéticos y cierta dificultad para buscar un sistema alternativo ante averías, así como un alto riesgo ante acciones vandálicas.
Video Valdespartera ecociudad aquí os dejo este link que lo explica todo mucho mejor.
Espero que ahora la recogida neumática ya no suene a chino y poco a poco se vaya instaurando por nuestra zona un saludo y entalto Cave-Cane
José Antonio Garcés Álvarez